Wellness y confinamiento
Impulsados por la incertidumbre de la emergencia sanitaria y el estancamiento físico del confinamiento, durante 2020, las personas recurrieron a prácticas de bienestar para favorecer su salud global. Desde acondicionamiento físico hasta reflexión espiritual, el Wellness cubre todo el espectro de bienestar holístico, e individuos y empresas se han acogido a sus prácticas. Este renovado interés por cultivar bienestar integral ha generado un repunte en esta industria, que puede agrandar su círculo de adeptos permanentemente.
¿Qué es Wellness?
Este término en inglés denomina al equilibrio físico, emocional y mental, de modo que se refiere a una optimización de la salud general, por lo que se traduce como bienestar. Una práctica que ayuda a conectar los tres ámbitos es la meditación, que sumerge a la persona en un estado de relajación concentrada con ejercicios de respiración profunda y le permite reflexionar en silencio. El Wellness abarca las esferas de mente, cuerpo y alma; engloba varias disciplinas espirituales y de acondicionamiento físico, así como psiquiatría, psicología y nutrición. Tales disciplinas suelen ser prácticas espirituales que también sanan dolores corporales, como el Tai Chi y el Yoga, y sus adaptaciones occidentales, como el Pilates.
¿Cómo se practica y cuál es el panorama actual en Latinoamérica?
Practicar Wellness significa precautelar la salud desde adentro hacia afuera; es decir, alimentarse bien, mantenerse activo, equilibrar las emociones y cuidar la mente. Latinoamérica se ha acogido al estilo de vida saludable poco a poco durante la última década, cuyos últimos tres años vieron su auge. Usualmente, cada componente del Wellness se encuentra centralizado en sus propios espacios, con pocos lugares que engloben la mayoría o los ofrezcan todos juntos.
Una nueva propuesta en el Ecuador es 11ONCE, un equipo de profesionales que pretende unir todas las dimensiones de la salud para diseñar soluciones que mejoren la vida de las personas, a través de “opciones transdisciplinarias, a nivel corporativo e individual”. Su cofundadora, Paula López Faini, explica que, mediante un “enfoque en las personas”, 11ONCE busca transversalizar la aproximación al “sistema integrado” que es el ser humano, pues buscan salvar la “brecha entre las expectativas y la realidad”.
El futuro del Wellness en Latinoamérica
Puesto que fue el impacto psicoemocional y corporal del confinamiento lo que incrementó la demanda y consumo de prácticas de bienestar este año, podemos anticipar que se mantengan como estilo de vida durante el 2021. El impulso que recibió el Wellness durante la cuarentena elevó la concientización de su utilidad entre escépticos, y las nuevas ofertas al estilo de la mencionada en Quito permiten a los interesados aproximarse al bienestar de manera más integral. Esto constituye un atractivo desarrollo del campo, que puede fomentar que se afiance su práctica a futuro.
